Las violaciones se dispararon un 130% en las grandes ciudades durante el Gobierno de Sánchez

El Ministerio del Interior de Fernando Grande-Marlaska mantuvo oculto hasta después del 23J el informe sobre criminalidad del primer trimestre. El mismo en el que queda patente que se han disparado todos los tipos de crimen. Incluidos los sexuales. En los cuatro años de legislatura de Pedro Sánchez, en la que entró en vigor la ley del sólo sí es sí para arreglar el problema, las violaciones con penetración se han duplicado en las principales ciudades del país. Comparando los datos de esos primeros tres meses de 2023 con los tres primeros meses de 2020, con Sánchez estrenando su Gobierno de coalición, la cifra de violaciones con penetración ha pasado de 105 a 246. 

Más de un 130% de diferencia según las cifras oficiales. Si se comparan los datos actuales con los que ofrecía Madrid, por ejemplo, en el primer informe de criminalidad de enero-marzo de 2020, la cifra de violaciones con penetración ha pasado de 35 a 99. En Barcelona, de 41 a 83.

La situación es similar en las siguientes ciudades españolas con más habitantes. Valencia registró 14 violaciones en ese periodo respecto a las 6 de 2020. Sevilla pasa de 2 a 10. Zaragoza, de 8 a 16. Málaga, de 7 a 17. Murcia, de 6 a 7, siendo la única en la que la subida no es exponencial.

El aumento también afecta al resto de tipos de delitos sexuales como  el abuso o las agresiones sin penetración. Delitos cuya lucha originó la puesta en marcha de la ley del sólo sí es sí desde el Consejo de Ministros. La suma en las ciudades arriba citadas ha pasado de 797 delitos en esos primeros tres meses de 2020 frente a los 985 de 2023. Cabe recordar que en ese periodo de 12 semanas, 2 de ellas -las últimas de marzo- estuvieron afectadas por el confinamiento por la pandemia del covid. Pero aun teniendo eso en cuenta, el aumento es proporcionalmente significativo.

Aumentan

En este 2023, a nivel nacional destacan, por ejemplo, los 3.282 delitos contra la libertad sexual frente a los 2.698 del pasado año, que marcan un 21,6% de aumento.

Interior divide sus estadísticas diferenciando delitos de agresión sexual con penetración -que aumentan un 3,8%, pasando de 984 a 1.021- del resto de delitos contra la libertad sexual, de forma que el porcentaje en suma que refleja Interior se queda en un 16,9% de aumento.

Cambios

Los datos no dejan lugar a dudas: los delitos contra la libertad sexual se han disparado en todas las grandes ciudades de España y, posiblemente, en todo el país. Pero a nivel nacional es imposible saberlo a ciencia cierta, ya que un cambio de metodología estadística realizado por Interior impide que los datos sean comparables.

Fue en 2021, en el primer trimestre, cuando Interior decidió aumentar el número de poblaciones que se analizan en el informe trimestral de criminalidad. Antes de esa fecha se analizaban las urbes de más de 30.000 habitantes, y a partir de ese momento se incluyeron las de más de 20.000. Así, se incluían en los balances de criminalidad de golpe unos 242 municipios, los que se encuentran entre ambos límites.

En un principio, el cambio podría parecer perjudicial para el Gobierno, ya que aumentando la muestra también aumenta el número bruto de crímenes. Sin embargo, fuentes policiales que llevan décadas dedicadas al análisis del fenómeno criminal explican que es al contrario: las ciudades entre 20.000 y 30.000 habitantes tienen, por norma, unos niveles de criminalidad muy reducidos con respecto a urbes mayores. De esa manera, sumando 242 pueblos y ciudades de pequeño tamaño se aumenta el número de delitos, pero se disminuye la tasa de criminalidad por cada 100.000 habitantes.  Se diluye el delito.

De esa manera, a los investigadores sólo les queda recurrir al análisis comparativo entre comunidades autónomas o ciudades para conocer si ciertos delitos aumentan o disminuyen, ya que la muestra nacional, el total, está contaminada.

A nivel nacional

En general la delincuencia sube con Marlaska. Todos los delitos que investiga tanto la Policía Nacional, como la Guardia Civil o las policías autonómicas han aumentado entre enero y marzo con respecto a los registrados en 2022, que ya estaban en niveles de récord.

Los homicidios dolosos y asesinatos consumados aumentan de 74 a 84, un 13,5%. Las tentativas pasan de 246 a 279, un 13,4% más. Las riñas tumultuarias y las lesiones suben un 6,2%. Los secuestros casi se triplican, pasando de 13 a 34. Los robos crecen un 4,5% anotando un total de 15.458 y los hurtos suben un 12,5%. En el caso de las sustracciones de vehículos, pasan de 7.106 a 7.870, un 10,8% más. Hasta la cibercriminalidad gana terreno, con un 13,8% de delitos informáticos, la mayoría de ellos estafas.

En total, en suma, España registró 588.785 delitos sólo en los primeros tres meses del año. Son 39.487 más que en 2022. Un aumento global del 7,2%, cifra que el Gobierno ocultó en un cajón a la espera de hacerla pública una vez pasasen las elecciones generales.

Informe oculto

El Ministerio del Interior de Fernando Grande-Marlaska ha retenido hasta después del 23J el informe del balance de Criminalidad del primer trimestre de 2023, que refleja un aumento generalizado de todos los tipos de delincuencia. Destaca el crecimiento del 21,6% en los delitos contra la libertad sexual -que Interior distingue de las violaciones con penetración-. El Gobierno ha venido publicando este documento en el mes de mayo, o como muy tarde el 1 de junio -en 2022-, pero este año el informe no se ha hecho público hasta pasada una semana de las elecciones generales.

No es un detalle menor: la publicación de los datos de este año se produce de forma anormalmente tardía. Basta comprobar las fechas en las que fueron publicados los informes de criminalidad del primer trimestre en los años anteriores, correspondientes a la última legislatura. En 2022, el informe fue hecho público el 1 de junio; en 2021, el 20 de mayo; en 2020, el 6 de mayo; en 2019, el 3 de mayo.

En 2023, Interior aparcó este informe hasta el 26 de julio. Así figura en los datos informáticos del archivo que el departamento de Marlaska, sin embargo, aguantó a publicar hasta el pasado 31 de julio. Dos meses más tarde de lo que marca la norma general con este informe.